
Al acabar el entrenamiento, mantilla y protectores, acaban completamente sudados por el ejercicio. Durante el invierno es difícil que todos esos elementos se sequen para el siguiente entrenamiento, sufriendo la molestia de usarlo nuevamente a pesar de la humedad que contienen.
La humedad acumulada en estos accesorios conlleva malos olores, acumulación de suciedad y deterioro de los materiales. Otra opción es adquirir varias mantas y protectores para dejar secar durante unos días los que se van usando.

La solución más práctica y cómoda es el Secamantas eléctrico, cuyo calor irradiante calienta de forma homogénea todo el soporte del Secamantas, secando en poco tiempo, todos los elementos expuestos al sudor del caballo.
El mismo problema ocurre con las mantas de invierno, que tras lavarlas se necesita
varios días hasta secarlas completamente.

Su diseño permite instalarlo fácilmente en cualquier parte de la cuadra, ya que tiene
dos posiciones. En horizontal para colocar la manta y en vertical durante el tiempo
de secado o cuando está en desuso, por lo que ocupa poco espacio.
Existen dos versiones de Secamantas, el individual y el Secamantas cuádruple.
Este último más práctico para cuadras de mayor volumen de caballos.

El sistema de fijación permite mantener las mantas en posición vertical sin temor a que descuelguen.

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